Ryunosuke Akutagawa
En la ceniza escribo - Ryunosuke Akutagawa
Satori Ediciones

Páginas: 162
Formato: 17x12x2
Peso: 300.0 kgs.
ISBN: 9788494286124

Antología bilingüe compuesta por 70 haikus inéditos de uno de los principales escritores japoneses del siglo XX, autor de "Vida de un idiota" y "Rashomon". Akutagawa Ryunosuke, uno de los autores nipones más internacionales, llevó el relato japonés a las más altas cotas literarias con obras como «Rashomon» (1915), «Vida de un idiota» (1927) o «Engranajes» (1927). Estudiante brillante y ávido lector, Akutagawa fue también un consumado y prolífico poeta. A través de sus haikus podremos reconstruir el universo personal e íntimo de un escritor único y excepcional. Su vida, breve como un haiku, estuvo marcada por el amor a la escritura y el temor a la locura. Con solo 35 años, Akutagawa puso fin a la «vaga angustia confusa» que lo consumía ingiriendo una dosis letal de Veronal.

En la ceniza escribo - Ryunosuke Akutagawa

$26.112
Sin stock
En la ceniza escribo - Ryunosuke Akutagawa $26.112
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Ryunosuke Akutagawa
En la ceniza escribo - Ryunosuke Akutagawa
Satori Ediciones

Páginas: 162
Formato: 17x12x2
Peso: 300.0 kgs.
ISBN: 9788494286124

Antología bilingüe compuesta por 70 haikus inéditos de uno de los principales escritores japoneses del siglo XX, autor de "Vida de un idiota" y "Rashomon". Akutagawa Ryunosuke, uno de los autores nipones más internacionales, llevó el relato japonés a las más altas cotas literarias con obras como «Rashomon» (1915), «Vida de un idiota» (1927) o «Engranajes» (1927). Estudiante brillante y ávido lector, Akutagawa fue también un consumado y prolífico poeta. A través de sus haikus podremos reconstruir el universo personal e íntimo de un escritor único y excepcional. Su vida, breve como un haiku, estuvo marcada por el amor a la escritura y el temor a la locura. Con solo 35 años, Akutagawa puso fin a la «vaga angustia confusa» que lo consumía ingiriendo una dosis letal de Veronal.