Ricardo Rojas Ayrala
Chéjov en la nieve
Evaristo

Páginas: 222
Formato: 22 x 14 x 2
Peso: 0.4 kgs.
ISBN: 9789874634108

El 17 de octubre de 1896 se estrena la que, andando el tiempo, será una de las obras emblemáticas de Chéjov: La gaviota. La historia del arte es pródiga en estrenos estrepitosos de piezas que luego alcanzarán el rango de clásicas, y La gaviota no es la excepción: es un revés sin paliativos, un naufragio que, en apariencia, no reconoce héroes ni sobrevivientes. Chéjov en la nieve es la rumia de Chéjov, andando por las calles de San Petersburgo antes de que caiga el telón sobre su pieza dramática, nimbado por el oscuro halo de una derrota sin atenuantes. Vale decir: Ricardo Rojas Ayrala ha delineado en su novela la poética del fracaso, orlada por un sesgo de dosificada ironía que no hace más que subrayar la intensidad del desmoronamiento en un juego en el que interactúan, en la mejor tradición pirandelliana, los protagonistas, los personajes secundarios, las fuerzas oscuras que manejan los hilos de cualquier trama, y hasta el propio autor.

Chéjov en la nieve

$5.500
Sin stock
Chéjov en la nieve $5.500
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Ricardo Rojas Ayrala
Chéjov en la nieve
Evaristo

Páginas: 222
Formato: 22 x 14 x 2
Peso: 0.4 kgs.
ISBN: 9789874634108

El 17 de octubre de 1896 se estrena la que, andando el tiempo, será una de las obras emblemáticas de Chéjov: La gaviota. La historia del arte es pródiga en estrenos estrepitosos de piezas que luego alcanzarán el rango de clásicas, y La gaviota no es la excepción: es un revés sin paliativos, un naufragio que, en apariencia, no reconoce héroes ni sobrevivientes. Chéjov en la nieve es la rumia de Chéjov, andando por las calles de San Petersburgo antes de que caiga el telón sobre su pieza dramática, nimbado por el oscuro halo de una derrota sin atenuantes. Vale decir: Ricardo Rojas Ayrala ha delineado en su novela la poética del fracaso, orlada por un sesgo de dosificada ironía que no hace más que subrayar la intensidad del desmoronamiento en un juego en el que interactúan, en la mejor tradición pirandelliana, los protagonistas, los personajes secundarios, las fuerzas oscuras que manejan los hilos de cualquier trama, y hasta el propio autor.